Investigadores del Reino Unido identifican objetivos de células T para futuras vacunas COVID

Investigadores británicos dijeron el miércoles que habían identificado proteínas en el coronavirus que son reconocidas por las células T de las personas que están expuestas al virus pero resisten la infección, lo que posiblemente proporcione un nuevo objetivo para los desarrolladores de vacunas.

La inmunidad contra COVID-19 es un cuadro complejo y, si bien existe evidencia de niveles de anticuerpos decrecientes seis meses después de la vacunación, también se cree que las células T desempeñan un papel vital en la protección.

Los investigadores del University College London (UCL) examinaron a 731 trabajadores de la salud en dos hospitales de Londres durante la primera ola de la pandemia COVID-19 y encontraron que muchos no habían dado positivo a pesar de la probable exposición al coronavirus original.

Descubrieron que, si bien un subconjunto de los trabajadores no generaba anticuerpos ni daba positivo en las pruebas de PCR, aún habían generado una respuesta grande y amplia de células T después de una posible exposición.

Esto sugiere que, en lugar de que los trabajadores evitaran por completo la exposición al coronavirus, las células T habían eliminado el virus antes de que hubiera algún síntoma o resultado positivo de la prueba, una llamada «infección abortiva», dijeron los investigadores.

«Sabemos que algunas personas siguen sin estar infectadas a pesar de tener una probable exposición al virus», dijo Leo Swadling, autor principal del estudio, que se publicó en la revista científica Nature.

«Lo que es realmente informativo es que las células T detectadas en estos individuos, donde el virus no logró establecer una infección exitosa, se dirigen preferentemente a diferentes regiones del virus a las que se ven después de la infección».

Las vacunas actuales, que brindan una alta protección contra enfermedades graves pero no detienen por completo la transmisión o la reinfección, se dirigen a la proteína de pico del coronavirus.

Por el contrario, las respuestas de las células T que llevaron a infecciones abortivas en el estudio de UCL reconocieron y apuntaron en cambio a las «proteínas de replicación».

Los investigadores dijeron que si bien tales células T estaban asociadas con la protección de una infección detectable, no eran necesariamente suficientes para la protección por sí sola, y el estudio no analizó si las personas tenían protección en la reexposición.

Agregaron que las proteínas de replicación se encuentran entre las que menos han cambiado por mutaciones en coronavirus, y la exposición a otros coronavirus puede ser una de las razones por las que algunos de los trabajadores de la salud pudieron generar respuestas tan rápidas de células T.

También significa que una vacuna que se dirija a estas proteínas además de la proteína de pico debería funcionar contra una amplia gama de coronavirus, incluida la variante Delta actualmente dominante, dijeron los investigadores.

«Este es un fundamento sólido para incluir estas proteínas para complementar el pico en las vacunas de próxima generación», dijo Swadling a los periodistas.

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