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La democracia está retrocediendo en todo el mundo, advierte el canciller británico Dominic Raab
Reino Unido anunció esta semana una revisión de su política exterior y de defensa para priorizar la influencia en el Indo-Pacífico como una forma de ayudar a moderar la expansión del poder y la asertividad del liderazgo del Partido Comunista Chino.

En declaraciones al Foro de Seguridad de Aspen de EE.UU. para proyectar esa nueva agenda más allá de una audiencia nacional, el canciller británico Dominic Raab resumirá la revisión de la política exterior como una misión para ser una «fuerza para el bien en el mundo», diciendo que las instituciones democráticas globales están bajo su mayor amenaza desde el final de la Guerra Fría en 1989-90.
“La democracia está en retroceso”, dice, y agrega que los datos muestran que en esta década se espera que la producción económica combinada de los regímenes autocráticos supere la producción combinada de las democracias del mundo.
“La tiranía es más rica que la libertad, y eso nos importa aquí en casa porque es mucho menos probable que las democracias estables y respetuosas de la libertad vayan a la guerra, alberguen terroristas o provoquen flujos de migrantes a gran escala”, alerta Raab.
«Por lo general, no siempre, pero en general es más fácil comerciar con ellos y es más fácil cooperar con ellos para resolver nuestros problemas compartidos», agrega.
El discurso de Raab intenta mostrar que Reino Unido, aunque eclipsado económica y militarmente por China y Estados Unidos, ahora tiene una estrategia para cumplir con esas expectativas, y que es fundamental para ese plan encontrar un papel de liderazgo en la protección de las democracias y la construcción de un nuevo sistema internacional basado en los valores democráticos.
“Sin poder, sin influencia económica, militar, diplomática o cultural, no podemos hacer nada”, dice Raab.
Reino Unido anunció esta semana una revisión de su política exterior y de defensa para priorizar la influencia en el Indo-Pacífico como una forma de ayudar a moderar la expansión del poder y la asertividad del liderazgo del Partido Comunista Chino.
Desde su voto de 2016 para abandonar la Unión Europea, ha estado buscando un nuevo papel en el escenario mundial que esté a la altura de la promesa hecha por los activistas del Brexit, es decir, que, fuera de la UE, la influencia británica se proyectará en todo el mundo y traerá mayor prosperidad económica.
Con información de Reuters
