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Presidente armenio rechaza firmar orden para destituir al jefe del ejército
La decisión del jefe de Estado aumenta la crisis política iniciada con la derrota de Armenia contra Azerbaiyán en la pugna por el control de la región de Nagorno Karabaj. La pérdida de los territorios ha causado protestas multitudinarias contra el primer ministro Pashinyan.
El presidente de Armenia, Armen Sarkisian, anunció este sábado su negativa a firmar la orden para destituir al jefe del Estado Mayor del ejército, que el primer ministro armenio decretó tras acusar a las fuerzas armadas de un intento de golpe de Estado.
«El presidente de la República, en el marco de sus poderes constitucionales, devolvió el proyecto de decreto con objeciones», dijo en un comunicado la presidencia, considerando que la crisis «no puede resolverse con frecuentes cambios de personal».
Poco después, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, indicó en Facebook que devolvería la orden a la presidencia, subrayando que su decisión no había aplacado «en absoluto» la crisis.
La decisión del jefe de Estado armenio aumenta la crisis política de esta exrepública soviética del Cáucaso, iniciada con la derrota de Armenia contra Azerbaiyán en la pugna por el control de la región de Nagorno Karabaj en noviembre.
La pérdida de múltiples territorios, ocupados en su mayoría por armenios durante más de 25 años, ha causado un ambiente de malestar y protestas multitudinarias contra Pashinyan.
Unos 15.000 manifestantes marcharon por la capital este sábado, ondearon banderas armenias y pidieron la dimisión del jefe del gobierno y se concentraron ante el Parlamento en Ereván.
En el mitin de protesta, la política opositora Naira Zograbyan, quien una vez fue periodista en un periódico propiedad de Pashinyan, denunció al primer ministro.
“Esto no es un golpe militar. Esta es una revolución del pensamiento, la razón, el amor, que ganará ”, dijo.
El exprimer ministro Vazgen Manukian, al que la oposición quiere al frente de un nuevo gobierno, dijo ante la multitud que Pashinyan «no tiene ningún apoyo», y pidió a los servicios de seguridad y a la policía que «se unan al ejército», asegurando que la situación se resolverá «en dos o tres días».
La crisis política está siendo vigilada de cerca, particularmente en Rusia y Turquía, que compiten por la influencia en la región del sur del Cáucaso.
El Cáucaso Meridional tiene una importancia estratégica como puente entre Europa y Asia y los principales oleoductos que transportan petróleo azerbaiyano al oeste pasan por la región.
Con información de AP y AFP
