Chile se convierte en el país latinoamericano líder en la vacunación contra el virus

Después de estar entre las naciones más afectadas del mundo por el covid-19, Chile se encuentra ahora entre los primeros países en vacunar a su población contra la pandemia.

Con más del 25% de su población inmunizada, el país de 19 millones en la costa del Pacífico de América del Sur es el campeón de América Latina y, a nivel mundial, está justo detrás de Israel, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido.

Eso está muy lejos del comienzo de la pandemia, cuando Chile fue criticado por su incapacidad para rastrear y aislar a las personas infectadas.

El secreto de su éxito

Los funcionarios gubernamentales y los expertos en salud atribuyen el éxito de la vacunación a las primeras negociaciones con los principales laboratorios, así como su experiencia pasada con sólidos programas de vacunación, un récord elogiado por la Organización Mundial de la Salud.

Durante los primeros meses de la pandemia, los titulares en Chile fueron sombríos, con las unidades de cuidados intensivos del país casi llenas y el gobierno se mostró incapaz de controlar la propagación del virus a pesar de las restricciones que incluían cierres obligatorios.

Pero paralelamente se estaba desarrollando otra historia que pocas personas conocían, una que había comenzado meses antes y que luego garantizaría a Chile un rápido acceso a las vacunas.

Andrés Couve, ministro de ciencia de Chile, dijo a The Associated Press que las negociaciones formales con las empresas productoras de vacunas comenzaron en abril pasado, solo un mes después de que el covid-19 fuera declarado pandemia.

Para mayo, dijo Couve, un equipo de expertos y funcionarios presentó un plan al presidente Sebastián Piñera, que incluía una hoja de ruta sobre cómo utilizar la red de acuerdos comerciales del país y sus contactos previos con empresas farmacéuticas para obtener vacunas una vez desarrolladas, incluyendo realizar ensayos clínicos.

Chile fue parte del ensayo clínico de la farmacéutica china Sinovac que comenzó en diciembre e involucró a 2.300 trabajadores de la salud.

También se realizaron ensayos de vacunas de AstraZeneca, Janssen y la farmacéutica china CanSino, y esos resultados tampoco se han divulgado.

El país austral recibió sus primeras dosis de vacuna en diciembre, unas 21.000 de la firma Pfizer y comenzó de inmediato a vacunar a los trabajadores médicos.

A fines de enero, recibió los primeros 4 millones de dosis de Sinovac y pudo acelerar la inoculación. Sin embargo, la vacunación masiva comenzó en febrero.

Chile estaba administrando más de 100.000 inyecciones casi a diario desde principios de febrero, pero la cifra se triplicó esta semana, cuando se alcanzó un récord mundial diario de 1.3 inyecciones por cada 100 habitantes, seguido de Israel con 1.04 dosis, según Our World in Data.

Ningún otro país de América Latina ha tenido nada parecido al éxito de Chile. Brasil, por ejemplo, ha vacunado solo al 4% de su población y Argentina alrededor del 3%.

El ministro de Salud, Enrique París, dijo que Chile ya ha asegurado 35 millones de dosis para vacunar a 15 millones de personas y ya está ayudando a otros países. A principios de este mes, las autoridades chilenas donaron 20.000 dosis de Sinovac a Paraguay y la misma cantidad a Ecuador.

Chile tuvo “una buena planificación y usó sabiamente los recursos que tiene para hacer acuerdos bilaterales con algunos productores”, afirmó esta semana Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud.

Esta no es la primera vez que Chile lleva a cabo un programa de vacunación exitoso. El año pasado, entre marzo y abril, cuando el virus estaba emergiendo, las autoridades chilenas vacunaron a 8 millones de personas contra la gripe.

Con información de Associated Press