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Miguel Díaz-Canel es elegido como el nuevo líder del Partido Comunista de Cuba
Díaz-Canel es una réplica del sistema opresor cubano existente desde 1959, y desde su llegada a la presidencia del país en 2018 ha mantenido la persecución a los movimientos políticos disidentes, reforzando el acoso y la vigilancia permanente de opositores.

El Congreso del Partido Comunista de Cuba eligió este lunes a Miguel Díaz-Canel, como su líder, agregando ese puesto crucial al título de presidente que asumió en 2018. En ambos casos, reemplaza a su mentor Raúl Castro, de 89 años, sellando una política dinastía que había ocupado el poder desde la revolución de 1959.
Díaz-Canel, de 61 años, es relativamente joven en comparación con los miembros de la generación que acompañó a Fidel Castro en su batalla contra la dictadura de Fulgencio Batista y luego permaneció en el poder década tras década mientras cimentaba una política al estilo del sistema soviético.
Nacido un año después de la revolución en la ciudad centro-oeste de Santa Clara, según los informes, de joven incurrió en discordias menores: llevaba el pelo largo y seguía a los Beatles en una nación comunista estrechamente alineada con la Unión Soviética que luego los veía mal como un instrumento del imperialismo cultural.
Obtuvo un título de ingeniero y se dedicó a la política oficial, ascendiendo a un alto cargo en la Unión de Jóvenes Comunistas y luego a través de una serie de cargos burocráticos en las provincias de Cuba.

En 2009, un año después de que Raúl Castro reemplazara formalmente a Fidel como presidente de Cuba, Díaz-Canel se convirtió en ministro de Educación Superior. En 2012 ascendió a una de las vicepresidencias de Cuba y poco después fue nombrado primer vicepresidente.
Tomando el relevo de Raúl como presidente en 2018, Díaz-Canel avanzó en algunas reformas que el gobierno ya había comenzado para abrir la economía, permitiendo una mayor apertura con pequeñas empresas privadas.
Pero en Cuba no ha habido ninguna apertura a los movimientos políticos disidentes, una situación que empeora con medidas de control estatal inclinadas hacia el acoso y la vigilancia permanente.
Con información de Associated Press
