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Rusia afirma que responderá a las nuevas sanciones occidentales por el caso Navalny
El portavoz del Kremlin dijo que Rusia elegirá una «respuesta que sirva mejor a nuestros propios intereses», y estimó que las agencias estatales pertinentes redactarán sus propuestas y las enviarán al Kremlin.
Este miércoles, la administración de Vladimir Putin hizo caso omiso de las nuevas sanciones occidentales por el envenenamiento y posterior encarcelamiento del líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y las consideró «infundadas» y «sin sentido», pero advirtió que Moscú tomará represalias.
Al comentar sobre las decisiones de Estados Unidos y la Unión Europea contra funcionarios rusos y entidades gubernamentales, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que las sanciones, que incluyen un congelamiento de sus cuentas bancarias, duplican la propia ley rusa que les prohíbe tener activos financieros y de otro tipo en el extranjero.
«Estas personas no hacen viajes al extranjero de todos modos y no tienen derecho a abrir cuentas en bancos extranjeros ni a tener ningún otro activo extranjero», dijo Peskov en una conferencia con periodistas.
Al mismo tiempo, agregó que las restricciones de Estados Unidos y la UE «representan una intromisión en los asuntos internos de Rusia» y son «absolutamente inaceptables, ya que infligen un daño significativo a los ya pobres lazos».
Peskov advirtió que Rusia elegirá una «respuesta que sirva mejor a nuestros propios intereses», y estimó que las agencias estatales pertinentes redactarán sus propuestas y las enviarán al Kremlin.
“El principio de reciprocidad en las relaciones entre Estados no puede abandonarse”, dijo.
Navalny, el líder disidente más destacado del presidente ruso Vladimir Putin, se enfermó el 20 de agosto durante un vuelo nacional en Rusia y fue trasladado en coma a Berlín para recibir tratamiento.
Los laboratorios en Alemania, Francia y Suecia, y las pruebas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, establecieron que estuvo expuesto a un agente nervioso Novichok de la era soviética, pero las autoridades rusas han negado cualquier implicación en el envenenamiento.
El crítico al Kremlin fue arrestado el 17 de enero al regresar de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose del envenenamiento. Su arresto desencadenó protestas masivas, a las que las autoridades rusas respondieron con una gran represión.
El mes pasado, Navalny fue sentenciado a dos años y medio de prisión por violar los términos de su libertad condicional mientras convalecía en Berlín. La sentencia proviene de una condena por malversación de 2014 que Navalny ha considerado «fabricada» y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que es ilegal.
La semana pasada, el opositor fue enviado a cumplir su condena en una prisión en las afueras de Moscú, a pesar de la demanda del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de su liberación, que citó preocupaciones por su seguridad.
En un comunicado publicado en su cuenta de Instagram este miércoles, Navalny expresó que fue enviado a una prisión en Kolchugino, una ciudad a 130 kilómetros ubicada al este de Moscú, y agregó que no recibió ninguna carta ni se le dio acceso a la biblioteca de la prisión.
El abogado del disidente, Vadim Kobzev, dijo en Twitter que estaba detenido en una celda de cuarentena con otros dos reclusos.