Las máquinas de votación en el recuento de Arizona deberían reemplazarse, dice el funcionario electoral

El máximo funcionario electoral de Arizona instó el jueves al condado más poblado del estado a reemplazar cientos de máquinas de votación que han sido examinadas como parte de una revisión respaldada por los republicanos de las elecciones estatales de noviembre.

La solicitud avivó las acusaciones de observadores electorales imparciales y defensores del derecho al voto de que la revisión, ordenada en diciembre por los republicanos que controlan el Senado estatal, se había convertido en una farsa política.

En una carta a los funcionarios del condado de Maricopa, que incluye a Phoenix, la funcionaria electoral, la secretaria de Estado Katie Hobbs, dijo que no estaba claro si las empresas contratadas para realizar la revisión habían protegido suficientemente el equipo de la manipulación durante su revisión de votos.

La Sra. Hobbs, una demócrata, recomendó que el condado reemplace sus 385 máquinas de votación y nueve tabuladores de votos porque «la falta de seguridad física y transparencia significa que no podemos estar seguros de quién accedió al equipo de votación y qué se les pudo haber hecho».

El aviso, en una carta a la junta de supervisores del condado, no sostuvo que las máquinas hubieran sido violadas. Pero la Sra. Hobbs escribió que tenía «serias preocupaciones con respecto a la seguridad e integridad de estas máquinas, dado que la cadena de custodia, un principio de seguridad crítico, se ha visto comprometida».

Agregó que primero había consultado a expertos de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad federal, la autoridad nacional para asuntos de seguridad electoral.

Una portavoz del departamento de elecciones del condado dijo que los funcionarios del condado «no utilizarán ninguno de los equipos de tabulación devueltos a menos que el condado, el estado y el proveedor estén seguros de que no hay ningún hardware o software malicioso instalado en los dispositivos».

Si el condado decide desechar las máquinas, no está claro quién sería responsable de pagar para reemplazarlas. El Senado estatal acordó indemnizar al condado contra las pérdidas financieras resultantes de la auditoría.

Los republicanos en el Senado estatal que ordenaron la revisión de las elecciones dijeron que querían tranquilizar a los fervientes partidarios del expresidente Donald J. Trump, que se negaron a aceptar su estrecha derrota en Arizona. La revisión se centró en el condado de Maricopa, que produjo dos tercios de los votos en todo el estado.

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Trump ha afirmado que la auditoría confirmaría sus afirmaciones de que su derrota electoral se debió a un fraude, un cargo que prácticamente todos los expertos electorales rechazan. Sin una autoridad electoral formal, la revisión no pudo cambiar los resultados en Arizona.

La auditoría fue bombardeada con acusaciones de parcialidad partidista después de que el Senado estatal contratara a una firma para administrar la revisión cuyo alto ejecutivo había difundido acusaciones infundadas de que la pérdida de Trump en el estado fue resultado de un fraude. Las críticas solo han aumentado después de que observadores electorales no partidistas y periodistas documentaron repetidos lapsos en el proceso de revisión para el recuento de votos.

Fuente: NY Times

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