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Lula regresa a la política y ataca la gestión de Bolsonaro en Brasil
«Este país está desorganizado y se está cayendo a pedazos porque no tiene gobierno», expresó comparando la actual crisis económica con su gobierno de 2003 hasta 2011.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva pidió a los brasileños no seguir ninguna decisión «imbécil» del presidente Jair Bolsonaro, para combatir la pandemia de covid-19, y preparó el escenario para una probable candidatura presidencial en 2022, después de que un juez de la Corte Suprema anulara sus condenas por corrupción.
Lula atacó a Bolsonaro directamente por su historial en el manejo de la pandemia de coronavirus, especialmente por los retrasos en la obtención de vacunas y por el rechazo público del presidente a su efectividad. «Muchas de estas muertes podrían haberse evitado», dijo el exmandatario.
«Este país está desorganizado y se está cayendo a pedazos porque no tiene gobierno», expresó desde el sindicato de trabajadores metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, comparando la actual crisis económica con su gobierno de 2003 hasta 2011.
El líder izquierdista señaló que no ha decidido si presentarse a las elecciones del próximo año, pero sus ataques a Bolsonaro y el formato del evento tuvieron la sensación clara de un lanzamiento de campaña.
En su discurso, Lula se describió a sí mismo como un estadista ansioso por poner al país «en el camino correcto», destacando su supuesto respeto por la prensa libre, los líderes empresariales y el ejército, al tiempo que pidió una amplia coalición para derrotar a Bolsonaro.
“Me llamaron ‘conciliador’ cuando gobernaba (…) Estoy abierto a hablar con todo el mundo», dijo.
Sin embargo, Lula también reforzó opiniones de larga data que han puesto al límite a los mercados financieros ante la perspectiva de su resurrección política. El exlíder sindical denunció las privatizaciones, la autonomía del banco central y la venta de activos de la petrolera estatal Petrobras.
“Es mejor que los que están comprando cosas de Petrobras tengan miedo, porque podemos cambiar mucho”, enfatizó Lula. «Si el mercado quiere vivir de nosotros vendiendo patrimonio nacional, entonces deberían tenerme miedo».
Una encuesta de Real Time Big Data, publicada por CNN Brasil este miércoles, mostró que tanto Lula como Bolsonaro cuentan con el apoyo necesario para llegar a una segunda vuelta.
Da Silva agradece «solidaridad» de líderes mundiales
El expresidente brasileño agradeció la «solidaridad» del presidente argentino, Alberto Fernández, y del papa Francisco durante los últimos años, cuando enfrentó varias acusaciones que lo llevaron a la cárcel.
Fernández «fue la primera persona en llamarme después de la decisión» judicial que le devolvió sus derechos políticos y le permite ser una opción electoral en las presidenciales de 2022, dijo Lula.
También destacó el apoyo del papa Francisco: «No sólo porque me envió una carta con una persona que fue a visitarme a la cárcel de Curitiba donde cumplía pena, sino también por el hecho de que tuvo el coraje de recibirme en el Vaticano donde tuvimos una larga conversación sobre la desigualdad» en febrero de 2020, agregó.
Lula también saludó al expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, «una de las personas más extraordinarias que he conocido».
Mencionó igualmente al expresidente boliviano Evo Morales, al senador estadounidense Bernie Sanders, al expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y a la alcaldesa de París, Ana Hidalgo.
Después de su discurso, incluyó igualmente en la lista a los dictadores, Nicolás Maduro, de Venezuela, y de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Refiriéndose a Maduro, Lula reiteró su posición de que «el problema de la democracia venezolana es del pueblo venezolano».
Lula Da Silva fue librado, por ahora, de los juicios y condenas incoados en su contra y enmarcados en la investigación «Lava Jato» sobre sobornos pagados por constructoras a políticos para obtener contratos en la estatal Petrobras. Sin embargo, esta decisión no significa su exculpación, sino la transferencia de las causas a otro tribunal.