Alemania impone nuevo mecanismo para combatir la pandemia en todo el territorio

El gobierno de Angela Merkel impuso este martes una línea estricta para combatir la pandemia del coronavirus, con la instauración de un mecanismo que automatiza y armoniza las restricciones en todo el territorio alemán.

En virtud de este proyecto de ley, aprobado en consejo de ministros, estas restricciones podrán ser impuestas por el Estado federal a las regiones, con las que se habían multiplicado las tensiones en los últimos tiempos.

La cancillería explicó a la agencia France-Presse que las nuevas reglas establecen que el Estado federal podrá decidir la aplicación de toques de queda nocturnos, la reducción de contactos entre personas en lugares privados y el cierre de comercios juzgados no esenciales a partir de un umbral de 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en tres días.

Las demás medidas confirman las restricciones ya implementadas desde fines de  2020 en el país, donde restaurantes, bares, clubs, estructuras deportivas, culturales o de ocio están cerradas.

«Nuestra respuesta a la pandemia debe volverse más rigurosa y coherente», dijo Angela Merkel, partidaria de una línea estricta para combatir el virus.

«La situación es grave y tenemos que tomarla en serio. La tercera ola de la pandemia tiene a nuestro país bajo su control», agregó.

Hasta ahora las medidas para luchar contra el coronavirus eran responsabilidad no solo del gobierno, sino también de las regiones, competentes en el ámbito sanitario en virtud del federalismo alemán.

Sin embargo, algunas regiones aplicaban las medidas y otras las ignoraban a pesar de que se habían decidido en reuniones maratónicas con la canciller Merkel.

Merkel llevaba meses intentando convencer a algunos líderes regionales de la importancia de un enfoque más estricto. Concretamente, desde que la segunda ola de la pandemia azotó el país en el otoño boreal, seguida de una tercera en marzo con la llegada de las variantes.

Este martes la tasa de incidencia se situaba en 140,9 casos por cada 100.000 habitantes en el país, que ha superado los tres millones de infecciones desde el comienzo de la pandemia.