Sarkozy se enfrenta a un nuevo juicio en Francia por la financiación de su campaña de 2012

El juicio del expresidente francés Nicolás Sarkozy por cargos que lo acusan de una financiación ilegal de su campaña de reelección en 2012, se pospuso dos meses.

Un tribunal de París comenzó a examinar formalmente el nuevo caso el miércoles, dos semanas después de que fuera declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias en otro caso, una decisión que apeló.

Sin embargo, el juicio fue suspendido y pospuesto hasta el 20 de mayo porque uno de los abogados defensores ha sido hospitalizado con covid-19.

Sarkozy, de 66 años, quien fue presidente de 2007 a 2012, enfrenta acusaciones de que gastó casi el doble de la cantidad máxima autorizada de 22,5 millones de euros (26,8 millones de dólares) en su candidatura a la reelección de 2012, que perdió ante el socialista Francois Hollande.

Si es declarado culpable, enfrenta hasta un año de prisión y una multa de 3.750 euros (4.470 dólares). Sin embargo negó haber actuado mal y no asistió al primer día del juicio.

Según la investigación judicial, Sarkozy “indiscutiblemente se benefició de un fraude que le permitió tener, durante su campaña de 2012, recursos muy superiores a lo que la ley autorizaba”.

Desde 1990 y luego de varios escándalos, la ley francesa ha establecido una serie de reglas que limitan estrictamente los gastos de campaña.

El juez de instrucción concluyó que Sarkozy y su séquito cercano decidieron realizar «mítines espectaculares y costosos». El costo total de la campaña alcanzó al menos 42,8 millones de euros (51 millones de dólares).

Pero la investigación no estableció si el propio Sarkozy ordenó el fraude o si participó en el intento de encubrir el gasto excesivo, que incluía la falsificación de facturas.

Además de Sarkozy, otras 12 personas y la empresa a cargo de la organización de los mítines se enfrentan a un juicio por cargos que incluyen falsificación, abuso de confianza, fraude y complicidad en la financiación ilegal de campañas.

Algunos durante la investigación admitieron haber actuado mal.

En 2014, Jerome Lavrilleux, el exdirector de campaña adjunto, reveló en la televisión nacional un sistema de facturas falsas que supuestamente permitía al partido conservador, entonces llamado UMP, pagar los mítines de campaña.

El escándalo había provocado una guerra destructiva entre líderes del partido conservador que se culparon mutuamente.

Sarkozy ha negado que el presunto dinero ilegal haya financiado alguna vez su campaña. Hablando con los magistrados de instrucción, preguntó: «¿Dónde está el dinero?» sugiriendo que algunos en su propio partido podrían haberlo utilizado incorrectamente.

Sarkozy se retiró de la política activa en 2017, pero todavía tiene mucha influencia dentro del partido conservador, que ha sido rebautizado como The Republicans. Los medios franceses también informan que mantiene contactos regulares con el presidente de centro Emmanuel Macron, a quien se dice que está asesorando.

Hace dos semanas, Sarkozy fue condenado por corrupción y tráfico de influencias y sentenciado a un año de prisión y dos años de prisión condicional. Sarkozy negó haber actuado mal y apeló el veredicto, que calificó de «una profunda injusticia».

Con información de Associated Press