Allananan oficinas de Beattie Development en Cape Coral: Acusaciones de Trabajos Incompletos Tras Recibir Pagos

En medio de un creciente escándalo, varios subcontratistas han salido a la luz para denunciar problemas financieros y contractuales con Beattie Development, una empresa constructora de renombre en la región. La situación comenzó a ganar atención después de un allanamiento en las oficinas de la empresa, motivado por acusaciones de no completar trabajos en diversas viviendas mientras seguía cobrando a sus clientes.

Art Castellanos, presidente de Castellanos + Tramonte Architects, es uno de los afectados más vocales. Castellanos fue contratado por Beattie Development para desarrollar los planos y gestionar los permisos para la remodelación de su oficina tras los daños causados por el huracán Ian. Según Castellanos, la relación comercial comenzó de manera positiva. Confiaba en Paul Beattie, el dueño de la empresa, debido a su reputación en la comunidad. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando, sin previo aviso, Beattie decidió cambiar de dirección en el proyecto, dejando a Castellanos con una deuda de $20,700 por el trabajo realizado.

«Él nunca me notificó», declaró Castellanos. «Me enteré tres meses después de que había tomado una dirección diferente». Ante la falta de pago, Castellanos se vio obligado a presentar un embargo, un proceso legal que permite a los contratistas reclamar los fondos adeudados cuando un cliente incumple. Aunque confía en que eventualmente recuperará su dinero, reconoce que la situación es especialmente difícil para aquellos que, a diferencia de él, han invertido sus ahorros de toda la vida en proyectos con Beattie Development.

El caso de Castellanos no es aislado. Matt Armstrong, propietario de Armstrong Propane, también ha enfrentado serios problemas con Beattie Development. Armstrong explica que durante años no tuvo inconvenientes con la empresa, pero hace aproximadamente un año, las facturas comenzaron a acumularse y los pagos se detuvieron. «Las cosas empezaron a complicarse con la facturación y los cheques dejaron de llegar», comentó Armstrong.

A medida que las comunicaciones se deterioraban, Armstrong se esforzaba por ponerse en contacto con la oficina de Beattie, solo para ser informado de que la empresa había decidido tomar otra dirección con sus proyectos. A pesar de las promesas de que todo se solucionaría, Armstrong recibió un cheque de $5,000, una cantidad que apenas cubría una fracción de lo que se le debía. «No hubo ningún intento de rectificar la situación en ninguna otra casa», señaló Armstrong, quien se siente frustrado por el impacto negativo que esta situación ha tenido en su reputación como subcontratista.

Esta experiencia ha cambiado la manera en que Armstrong maneja su negocio. Ahora, debido a lo sucedido, ha implementado una nueva política que requiere un depósito del 50% de todos sus clientes, independientemente de su relación previa. «Estamos simplemente tratando de hacer nuestro trabajo, pero esta situación nos ha dado una mala reputación sin que tengamos nada que ver con los problemas de Beattie», lamentó Armstrong.

El caso de Beattie Development es solo uno de muchos que han afectado a subcontratistas y propietarios en la región, quienes ahora buscan justicia a través de demandas legales y reclamos formales. Los afectados están explorando todas las vías legales posibles para recuperar los fondos adeudados, mientras que el Departamento de Regulación Comercial y Profesional del estado continúa recibiendo quejas contra la empresa.